Book reviews

"Los pájaros de Bangkok" (Manuel Vázquez Montalbán, 1983)

Confesaré que conocía este libro de oídas por el juego de ordenador, publicado en 1988. Pero nunca lo jugué: sólo leí los artículos que sobre él publicaron en las revistas de la época.

Este verano estuve en Tailandia y con el jetlag me pasé la mayor parte del tiempo cayendo dormida en el spa. Y me vino a la cabeza este libro, y una curiosidad increíble por leerlo. Al volver busqué unas cuantas críticas, no fuera que me fuera a resultar un bodrio, y me resultaron intrigantes, así que acabé comprando el libro cuando visité España.

¡Vaya aventura! Este detective resulta obsesionado por la buena gastronomía, quema libros y compra productos ahumados en el aeropuerto de Frankfurt cuando hace escala. ¡Un personaje!

También es interesante como reflejo de la España de principios de los ochenta. La inseguridad ante los resultados de las primeras elecciones, los personajes que solían tener "influencia cuando Franco" pero que ya no. La vieja versus la nueva y titubeante España. La vieja España controlada por la policía versus la nueva España que rompe con el pasado y las tradiciones sexuales y lo hace en público... pero aún es juzgada con la vieja óptica.

Y se nota aquí un poco el paso de los años, la forma en que se refieren a los personajes no heterosexuales, como se les cuestiona si tienen o no una ficha abierta en la policía. Por supuesto, cae en el cliché de "lesbianismo y violencia", por supuesto, por supuesto.

Ignorando estos toques rancios, es una novela que se deja leer muy, muy bien. La acción es rápida pero fácil de seguir, no hay mil personajes imposibles de recordar como en otras novelas, las descripciones son mínimas pero súper efectivas: en ciertos momentos tuve que dejar de leer mientras comía porque es que algunos pasajes inducen una verdadera repugnancia en la lectora. Y como contrapunto, la obsesión con la gastronomía, y pasajes hilarantes como cuando envía a una sirvienta a por algo para cocinar para pasar el rato mientras espera que le pasen de tapadillo a otro país. Y acabar cocinando fideuá fusión oriental. ¡De risa!

Ahora tengo dos novelas más de Carvalho por leer, porque esta venía en un recopilatorio y no un tomo único. Y también quiero jugar al juego, claro.