Justificando tu spam

Me llegó el otro día un correo de un grupo musical del cual nunca había oido hablar en mi vida. ¡Que presentaban su nueva web y un álbum que me podía descargar gratis! ¡Qué guay! Pero no le veo la noticia en ninguna parte. Especialmente porque no tengo ni idea de quiénes son, y no me resulta novedoso que la gente ponga su música para descargarla libremente, así que la supuesta noticia me dejó tan indiferente como estaba antes de leerla.

No lo suelo hacer, pero les escribí diciéndome pidiéndoles que me borraran de su lista:

Me parece perfecto que hayáis sacado una web, y que tengáis un nuevo trabajo, pero resulta que ni os conozco ni os he pedido información. Es la primera vez que tengo noticia de vuestra existencia, y como este correo nunca lo solicité, no puedo por menos que tener una muy mala impresión de vosotros.

Recordad que la primera impresión es lo que cuenta.

A la próxima, podéis utilizar otras tácticas menos intrusivas para promocionaros.

Sin ninguna acritud, rogaría borrárais XXXXXXXXXXXX@soledadpenades... de vuestra lista de SPAM.

Saludos.

Y al par de días me envian una respuesta que ahora me hace sentir fatal:

Confirmada tu baja en nuestra lista. Solo comentarte que nuestra lista esta muy escogida y es solo para personas que tienen alguna relacion con la musica, o a quien lo solicite, y la obtenemos de sitios publicos donde se deja patente el interes por la misma. Pero por supuesto aceptamos todo tipo de criticas y mucho mas el dar de baja a las personas que lo solicitan de inmediato.

Sentimos que el recibir la noticia del trabajo de unos modestos musicos te haya podido molestar.

Saludos

Resulta que he pedido que me borraran de una lista súperselecta, en la cual sólo hay personas que ellos inscriben porque por alguna extraña razón intuyen que a la gente le interesa la música, o personas que se apuntan voluntariamente. (Nótese que no existe ninguna selección en el proceso). Y encima todo esto lo hacen unos modestos músicos. Qué mal lo deben estar pasando ahora por culpa de gente malvada como yo, que rechazan estar en su círculo escogido de contactos. Creo que no podré dormir bien en mucho tiempo...

Y dejando aparte todo el cachondeo, creo que no han entendido que en 2006 las cosas no se hacen así. No puedes ir por la vida cogiendo direcciones de correo de la gente y enviándoles propaganda de tus actividades, sean benéficas, modestas o asquerosamente lucrativas. No, no y mil veces no.

Una cosa es que te tomes el tiempo de escribir un correo personalizado a cada persona que crees que le interesará, y otra cosa es enviar un correo masivo tal como el que recibí. Si realmente te preocupas de cuidar a tu [potencial] público, teniendo esos detalles como el que cuento, no se van a tomar a mal tus e-mails. Pero esta forma tan cutre de anunciarse es ridícula en estos tiempos que corren.

Está esa maravillosa técnica del boca a boca, de distribuirse por soulseek, emule, o lo que sea, de tener un blog y relacionarse con más músicos y más gente, de incluirse en directorios de netlabels, moverse por las redes sociales... hay mil alternativas... ¡lo último de lo último es hacer este tipo de spam, tan barato y tan poco eficaz!

Finalmente me gustaría dejar claro que cada vez que recibo un correo de este estilo, añado a los remitentes a mi lista de personas non-gratas y lo marco como correo basura en mi programa de correo, para que así vaya siempre a la papelera y no volver a saber nada más en la vida.

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