¿Leer libros al completo?

Salió una noticia hace tiempo en algún periódico inglés (ahora mismo no recuerdo cuál era). Básicamente la profesora de uno de los colegios con mejores resultados académicos dijo que pasaba olímpicamente de los planes de estudios, y que en lugar de estudiar tan sólo fragmentos de los libros, los leían al completo. Y la verdad es que me dejó huella, porque la entendí perfectamente.

Cuando iba al colegio, me desesperaba el hecho de que sólo se leyeran fragmentos de las obras. Así no puedes entender los libros, ni "caer enganchado" en la trama que ha ideado el escritor. Los fragmentos sueltos, fuera de contexto, pueden hacer incluso que malinterpretes el propósito o la temática de un libro. Ojo, que no digo que no sea mala idea utilizar un extracto para por ejemplo, hacer análisis sintáctico, en lugar de los típicos ejemplos chorras: El gato juega con la pelota; sujeto: gato, verbo: juega... ya sabéis...

Pero si lo único que lee la gente son esos extractos, nunca serán capaces de leer cosas más extensas, les parecerán tareas interminables, eternas: el típico lamento tan escuchado en la universidad de "¡Mierda ¡Tengo que leer 30 páginas! ¡Me voy a morir!"

En esto también entra en juego la educación casera: si en su casa no se le enseña a las personas que leer es bueno, sino que exhiben actitudes despreciativas respecto a la lectura y todo lo relacionado con ellos, obviamente no se le puede reprochar a un profesor que no motive a sus alumnos para que se lean un libro. ¿Cómo no va a tener una actitud de rechazo hacia la lectura alguien si en su casa el único libro que hay es un Don Quijote edición especial numerada con tapas bañadas en oro... utilizado como elemento decorativo en el recibidor? ¿O alguien que escucha comentarios tal que "ése tío es un empollón cuatro gafas, rata de biblioteca, todo el día encerrado con la nariz entre los libros"? Cualquier persona oye eso de pequeña, de parte de sus padres, y lo repite como un loro hasta que se lo cree, porque lo dice mamá/papá.

Así que esta profesora no sólo ha tenido los ovarios de dar lo que le ha parecido más sensato, sino que además ha tenido una suerte impresionante. No sería fácil repetir la experiencia en una clase repleta de nengs o de chavs (los nengs a la inglesa ;) ... y sí, ¡el nombre viene de chaval!)

Ya me hubiera gustado a mí encontrarme más profesoras así, ya, en lugar de la perla que no me repartía el libro para la lectura semanal si me veía llevando otro (¡mío!) en la mano, tal que "ya tienes uno, ¿para qué quieres otro? ¡ah! ¿es tuyo? bueno, da igual, con uno basta"...