Horror en el hipermercado

Y sin terror en el ultramarinos! (Aquí no hay ultramarinos en el sentido que conocemos en españa...). El caso es que estaba tan tranquila buscando cosas que se me ocurren, como por ejemplo compota de cereza (que no tiene nada que ver con vomitar, ojito, que hay mucho malpensado suelto), y he acabado delante de la nutella.

La nutella es el equivalente a lo Ferrero Rocher de la nocilla. No se quien fue antes, como lo del huevo y la gallina, que se suele decir para rellenar texto. Pero casualmente el otro día estábamos comentando acerca de las costumbres de la gente para comer la nocilla, desde el que sólo se come el chocolate, al que sólo se come la crema, o los que revuelven ambos sabores, pasando por los que se comen ambos pero les mola más el chocolate, o la crema, en fin, que la conversación la tenía reciente.

Así que me pongo a mirar... y sólo encontraba nutella de un sabor (chocolate). De repente la voz de alarma interior comienza a sonar como advirtiendo de lo peor. Porque resulta que yo soy del grupito que apuesta más por la crema que por el chocolate, y darse cuenta de la imposibilidad de satisfacer mis deseos era un tanto trágico. Me pongo a mirar por todo el estante, así con movimientos del ojo a lo REM (Rapid Eye Movement), pero despierta, claro está, y nada, ni en los botes de marca ni en los de marca blanca que llaman (es decir, los de marca del súper en cuestión). Todos de chocolate.

No dejaban de venirme a la cabeza esas imágenes de años ha, cuando veía esas nocillas extrañas de chocolate con algo rosa (imagino que sería fresa), o amarillo, o incluso la crema Tulicrem aquella (que tenía aquel sabor tan extraño, entre rancio y diferente)... me preguntaba a mí misma como sería posible que sólo comieran un sólo estilo de nocilla aquí, con lo diversos que son para otras cosas...

Y levanto la cabeza y... ¡manteca de cacahuete! ¡argh! ¡esa cosa tan americana! Eso, junto a unos cuantos botes de sustancias cuyo nombre no consigo descifrar todavía, que se ve que se utilizan para hacer sandwiches. De todo, menos nocilla de dos colores. Así que lamentándolo mucho, aunque intento imbuirme todo lo posible de la cultura inglesa, creo que aún no me atrevo a probar esos mejunjes... Todo requiere su período de preparación...