soledad penadés

Soy sólo yo, ¿o a alguien más le da un infinito asco el hecho de que se toque una pantalla con los dedos?

Un escalofrío recorre mi cuerpo cada vez que veo a alguien acercar la mano a la pantalla. ¡Repelús, horror, espanto! Es peor aún cuando se apaga la pantalla y es de tipo CRT. En ese momento, sobre el vidrio que antaño era cristalino, aprecias la mierda estampada en forma de diversas huellas dactilares, y compruebas como un sentimiento de angustia te nubla la mente y te impide eliminar de tu mente dos conceptos tal que bayeta y limpiacristales. Aparte de cortar los dedos al marrano (o marrana, en su defecto) que osó siquiera rozar el monitor (sí, le cortaría los dedos a mucha gente)

Y no quiero ni contar qué pasa cuando alguien siquiera menciona poner la yema sobre mi powerbook. ¡Que lo degüellen! ¡Que le corten la cabeza! (al estilo de la Reina en Alicia en el País de las Maravillas)