Las incógnitas de la vida

Atención, esto puede herir sensibilidades...

No comprendo como alguien puede ir todos los días vestido de negro, de la misma manera que no comprendo como alguien puede ir siempre vestido no sé, de rojo, o de verde, pero cuando a alguien le da por vestir en un color, es en negro, por lo visto. Pocas cosas tan aburridas he visto, aparte de incomprensibles y deprimentes. Con lo bonito que es dudar acerca de qué te pones por la mañana, haciendo combinaciones mentales para ver qué colores pegan y cuál es la mejor elección...

Otra cosa que no alcanzo a dilucidar es como puede alguien ser tan marrano de llevar el pelo largo y sucio, anunciar que va al gimnasio por la tarde y al día siguiente volver con el pelo aún más sucio, lo cual indica a todas luces que no se ha duchado después del gimnasio. Una auténtica guarrada. Encima, yo no soy capaz de obviar esos detalles, y cuando una persona hace eso, me cae mal irremediablemente.

Ya no es por el aspecto físico (que es lamentable) sino por la cuestión del tufo. De la peste que echan esos pelos cuando la grasa se va depositando sobre ellos durante varios días. Algo repulsivo, y ni te cuento en verano...

¿Acaso no se huelen a sí mismos? O quizá estén inmunizados respecto a su tufo. Chi lo sa...!